1849 - SOBRE EL PUERTO
El seis de septiembre de 1849 se publica en "La España", edición de Madrid, un artículo del corresponsal en Potes, sin firmar, que con fecha 30 de agosto envía y, en la segunda parte del mismo, hace referencia a San Vicente de la Barquera, su situación marítima y puerto en las siguientes condiciones que me parecen interesantes de reproducir:
(Nota: Hay algunas palabras “mal sonantes”
que están fielmente reproducida y algunas otras con faltas de ortografía, tal y
como vienen redactadas)
“POTES 30 de agosto.
(De nuestro corresponsal).
…Habiendo estado en san Vicente de la Barquera, no puedo dispensarme de decir algo de este puerto abandonado que tanto interés inspira por los recuerdos de su antigua opulencia y las ruinas de su población, situada en una pintoresca peninsulada sobre dos hermosas vías con magníficos puentes de piedra, el más antiguo de mil quinientos cincuenta y seis pies y treinta y dos ojos, y una tercera parte de aquellos con nueve de éstos el construido ha justamente cincuenta años, más abajo del arruinado donde debía estar con ventaja del camino de la costa, á que ambos dan paso, y del puerto á quien tanto ha perjudicado por hallarse contiguo al embarcadero. Creía, porque tal se dice en todas partes, que este puerto estaba perdido; pero no es así, porque yo vi á pocos pasos del embarcadero y salir el 19 del anterior julio con destino á la Carraca, la goleta hanoveriana Aguela, capitán H. F. Hollander, de la matrícula de Gueden, de ciento sesenta toneladas, y de calo trece pies y medio, con 1,369 codos cúbicos de madera roble, habiéndolo hecho con igual rumbo el 7 de febrero el bergantín ruso Benedit, capitán D. F. H. Hocterchoff, de igual porte, con 4,416 1/2 codos, y el 12 de marzo el Lovisse, etc., Betty, capitán Forean Thomesese, de 213 toneladas, con solo 1,134 5/8 codos, por no haber madera menuda para abarrotarle, ambos de la matrícula de Riga, con otros buques de menor porte; y este movimiento debido á la corta de maderas de aquellos contornos. Como esta carretera de Liébana está proyectada á Tinamayor, ensenada ó ría que forma el Deva al desembocar en el mar sin población ni muelle, debiera mandarse reconocer excrupulosamente á la vez que el puerto de san Vicente y comparar sus barras, fondo, corrientes, etc., para conocer cuál de los dos ofrece mejor fondeadero y entrada en todas estaciones, prefiriendo aun en iguales circunstancias á San Vicente de la Barquera, porque si habría que prolongar la línea de la carretera una escasa legua, buen ejemplo nos ofrece dentro de la provincia la de Castilla por Torrelavega, que despreciando el mar en Suances, recorre varias leguas más para buscarle en Santander, población y puerto notables que no hay en Suances, como lo es san Vicente con respecto á Tinamayor, punto en que todo habría que hacerlo, invirtiéndose inecesaríaramente los grandes capitales que exige la construcción de un pueblo con muelles, sobre tener aquel término propio y mejor campo. Con la esportacion que el camino de Liébana ofrecerá á San Vicente, especialmente en los considerables artículos de maderas, corcho y vino, los que le proporcionaría el proyectado por el valle ó acerca del Nansa que termina en él, y el movimiento que recibiese con el de la costa de Asturias, si así y todo nunca volvería á su antigua opulencia, reviviría al menos este desgraciado pueblo, y habría este puerto más en la brava costa Cantábrica entre Santander y Gijón, que diese impulso á la riqueza de los pueblos del interior de esta parte de la Península, hoy pobres y llenos de preocupaciones...? Escribo para que el gobierno y el público sepan todo esto, y ruego á vds. dediquen la atención de aquel para que mande hacer un reconocimiento que tan poco le cuesta.
Indicaré otro abuso que noté en San Vicente.
Cual si su puerto sufriese poco con las arenas que naturalmente se aglomeran,
las maderas que debieran colocarse en determinado sitio para embarcarlas, se
hallan meses y meses arrojadas en el mismo puerto deteniendo las arenas que las
mareas remueve, en términos de verse muchas piezas casi del todo cubiertas. A
todos oía lamentarlo, como es muy de lamentar, pues el puerto está desconocido
desde que por vez primera le vi el año anterior; pero nadie pone remedio. Sirva
de aviso á quien deba remediarlo.”
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