1865 - HISTORIA RESUMIDA DE SAN VICENTE DE LA BARQUERA
En 1865 se publica en “LAS DOS ASTURIAS”, (Almanaque de 1866 para utilidad y recreo de las provincias de Oviedo y Santander), el siguiente artículo firmado por Juan del Corro de la Sierra, escribano que fue de la villa, y que es una pequeña historia, resumida, de San Vicente de la Barquera:
“SAN VICENTE DE LA BARQUERA.
Esta villa es una de las cuatro de la costa del mar cántabro y su fundación data de la más remota antigüedad, pues en el año 148 la repobló Zenón II, como asegura un antiguo historiador: «Cantabri contra Vaceos pugnant, et necatus estiu eo praelio Zenon, Dux eorum, filius Karalii, anno 149, et anno antecedenti repopulavit Eventian, quae nunc dicitur Sanctus Vincentius de Barcaria.» El príncipe Ástuardo la volvió á repoblar el año 339 según afirma otro antiguo historiador: «Volviendo ahora, dice, al conde ó duque Astuardo, viéndose libre de guerras y que con invasiones de corsarios estaba destruida y despoblada la ciudad de Evencia, que Zenón el II había reparado el año 148 y después se llamó San Vicente de la Barquera, este príncipe Astuardo la volvió á dar segundo ser, reparándola el año 339.» Invadida y destruida esta villa por los normandos, se fundó de nuevo, dice el P. Mariana, en el año 1200. Lo que se ignora es el motivo que tuvieron los dos primeros historiadores, para asegurar que antes había sido ciudad con el nombre de Evencia; pero tampoco sería esto extraño, puesto que hay tradición de que tuvo 5000 vecinos. Lo que no admite duda es que en el año de 1550 tenía 2500, pues así resulta de una lista vecinal de aquel año. En 1675 constaba de 274 y hoy solo cuenta 170. La decadencia que ha sufrido consiste en una gran peste en los años de 1567 y 1568, y principalmente en tres horrorosos incendios, uno en 1483, á resultas del cual «se fundó el lugar de Comillas con los habitantes de San Vicente;» otro en 1563, y otro el día 12 de Agosto de 1636, en el que, según la información hecha de orden del Rey por el Gobernador de Laredo, aparece que se quemaron más de quinientas habitaciones regulándose la pérdida de los efectos en más de trescientos mil ducados. A consecuencia del incendio del año de 1563 se construyó un paredón alto, que aún existe con el nombre de la Amparanza, con el objeto de impedir que se comunicara el fuego de una calle á otra, caso de nuevo incendio, resultando de aquella información que á no haber sido por dicho paredón habría perecido todo el pueblo.
La posición que ocupa esta villa es de las más deliciosas. Fundada en anfiteatro mirando al Oriente y á las orillas de su famosa ría, presenta una perspectiva sorprendente y agradable. Sobre esta ría hay dos magníficos puentes, uno sobre cada brazo de los dos en que se divide y con que abraza la villa á manera de península.
El puente titulado de la Maza, que es de mampostería, fue construido á fines del siglo XVI y tenía treinta y dos ojos, que han quedado reducido á veinte y ocho en la forma que se le hizo el año próximo pasado, al construirse la carretera de primer orden, llamada de la costa, que pasa por esta villa. El otro puente, el nuevo, es todo de piedra sillería y tiene nueve ojos: fue construido el año de 1799. En la altura mediado la población y al norte se hallan las paredes de un castillo mandado levantar el año de 884 bajo el reinado y de orden de Alfonso III, el Magno; y sobre la entrada del puerto se conservan las del titulado Santa Cruz, construido en 1578 para la defensa de aquel. Este castillo estuvo en buen estado de servicio hasta el año de 1808 en que le destruyeron los franceses, inutilizando los cinco cañones que tenía, los cuales aún subsisten allí. Entre él y la población está el célebre santuario de Nuestra Señora de la Barquera en cuya famosa ermita se celebra el día 8 de Setiembre de cada año una función de iglesia y romería muy concurrida por las gentes de todo el contorno.
Extramuros de la villa y como á cien pasos del puente de la Maza se halla el convento titulado de San Luis, fundado el año de 1468 y que fue de religiosos franciscanos.
Hoy está sumamente abatida la matrícula de esta villa, así como su industria y comercio, aunque hace dos años ha tomado algún incremento este último ramo. De semejante postración saldría indudablemente si se llevase á cabo el antiguo proyecto de una carretera que, partiendo de Cervera de Rio Pisuerga, viniera á parar á esta villa, y sobre cuya apertura tanto se ha discutido y trabajado, aunque inútilmente, á pesar de haberse expedido diferentes reales órdenes para su ejecución, que únicamente ha podido impedir una rivalidad poderosa. Y no hay que hacerse ilusiones; solo un camino á Castilla sacaría de su letargo á la villa que nos ocupa, y que imperiosamente reclama su buen puerto. Con esta mejora aumentaría considerablemente su vecindario; y sus productos, su industria, su comercio y su marina recibirían un impulso tal, que á la vuelta de muy pocos años se haría una población tan respetable como lo fue en la antigüedad y cual está llamada á ser por su posición topográfica.
Juan del Corro de la Sierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario