2001 - COLEGIO DEL CORAZÓN DE MARÍA
Con motivo de la celebración del 75 aniversario de la llegada de los misioneros claretianos a San Vicente de la Barquera, en agosto del 2001, fue publicado en Internet, en la página Web de la revista digital, “Ciudad Redonda”, el siguiente reportaje:
“75 AÑOS EN SAN VICENTE DE LA BARQUERA
75 años de presencia claretiana en San Vicente de la Barquera
1926 - Agosto - 2001
Hace 75 años, en agosto de 1926, llegaban los
misioneros claretianos a San Vicente de la Barquera (Cantabria). Desde aquellas
fechas pastoral educativa y parroquial han llenado la vida y actividad de
numerosos hermanos claretianos que por la Barquera han pasado. Como agradecido
homenaje a ellos en esta fecha jubilar, y haciendo presentes a los niños,
jóvenes y feligreses que se han visto agraciados por la dedicación y entrega de
tantos hermanos, ofrecemos algunos momentos de esta abnegada y gozosa tarea
educativa y pastoral en San Vicente de la Barquera.
La presencia de los claretianos en San Vicente de la
Barquera tiene su origen en la favorable acogida por parte de la Congregación
para hacerse cargo de la dirección de un colegio, fundado por los hermanos Luis
y Gloria de la Mata Linares.
Ya en 1921 los Sres. de la Mata Linares habían fundado
un colegio para niñas pobres, cuya dirección encomendaron a las religiosas
Hijas de Cristo Rey. Deseando completar esta iniciativa educativa los
fundadores levantaron otro nuevo colegio para niños pobres del Ayuntamiento de
San Vicente de la Barquera. Inicialmente quisieron encomendar la dirección del
mismo a alguna Congregación de Hermanos dedicados a la enseñanza. Tras una o
dos gestiones fallidas, los Sres. de la Mata Linares se pusieron en contacto
con los Misioneros y solicitaron al Gobierno Provincial de Castilla que se
hiciera cargo del mismo.
Solucionadas las primeras dificultades, especialmente
la escasez de personal para atender una nueva fundación, el 30 de abril de
1926, el P. Nicolás García y los fundadores del colegio firmaban una escritura
privada por la que la Congregación se hacía cargo del colegio de primera
enseñanza para niños. Además de la atención al colegio los misioneros podían
dedicarse, así lo estipulaban las bases de la fundación, a otros ministerios
propios de la Congregación.
Los primeros misioneros claretianos llegaban a San
Vicente de la Barquera el 10 de agosto de 1926. Eran los PP. Anastasio Rojas
Hernando, Manuel Mayo Fidalgo y Bernardo Cruz Arsuaga Guimón y los HH. Basilio
López Antón y Enrique Castilla García, si bien éste último se había adelantado
a la víspera con el fin de ultimar algunos detalles. Les acompañaba el P.
Heraclio Matute Tobías, Provincial de Castilla, que recibió las llaves del
colegio de manos del Alcalde de la Villa.
Merece la pena copiar la descripción que hace el
cronista de la llegada de los misioneros a la Villa de San Vicente de Barquera:
"Eran las tres y media del día 10 de agosto cuando
llegaban los Misioneros fundadores a la estación de San Vicente de la Barquera,
quedando gratamente sorprendidos al ver ocupado el andén por los más
prestigiosos caballeros de la Villa, que presididos por nuestro insigne
fundador, D. Luis de la Mata Linares, habían salido a darles la bienvenida. A
la entrada del pueblo les esperaba el vecindario en masa, que les acogió, al
descender del auto, con vivas y aclamaciones entusiastas, las cuales no se
interrumpieron en todo el trayecto que tuvieron que recorrer hasta llegar a la
iglesia parroquial, a la que subieron en procesión entre el voltear de las
campanas, el estallido de los cohetes y los ¡vivas! de la multitud que recibía
a los Hijos del Corazón de María en su Villa con verdadero delirio. Llegados al
magnífico templo parroquial se expuso el Santísimo Sacramento y rezada la
Estación, el Sr. Cura Ecónomo, D. Ángel Belloqui, dio desde el púlpito la
bienvenida a los Misioneros augurando felicidades para la parroquia, a quien
contestó muy oportunamente nuestro P. Provincial, agradeciendo brevemente a las
Autoridades y al Pueblo el cariñoso recibimiento que se les había dispensado.
Inmediatamente se encaminaron al colegio, cuyas llaves entregó el Señor
fundador al P. Provincial y éste las puso en las manos del P. Superior"
(Memoria de la residencia de San Vicente de la Barquera para el VI Capítulo
Provincial).
El día 25 de agosto tendría lugar la constitución canónica de la comunidad, con categoría jurídico canónica de residencia, y el 10 de septiembre se abrían las clases, aunque todavía no se había recibido la autorización para el funcionamiento del colegio. El permiso oficial para impartir clases lleva fecha del 3 de enero de 1927.
Colegio de primera enseñanza y FP
La vida del colegio a lo largo de su historia ha sido
muy sencilla y no ha estado exenta de dificultades. En el mes de agosto de
1936, con motivo de la guerra civil, se tuvo que suspender la actividad
colegial; la misma comunidad tuvo que suspenderse temporalmente desde diciembre
de 1937 hasta mayo de 1938.
En 1999 debido a las exigencias de la LOGSE, que imponía una estructura educativa con alumnos de 16 o más años, lo que iba a implicar un descenso notable de alumnado y un aumento del déficit, se hizo un traspaso de la titularidad del centro a los profesores seglares que atendían en los últimos años el colegio, permaneciendo la propiedad de los locales. La vida académica de estos dos años transcurridos va confirmando las expectativas negativas que se preveían en el año de nuestro adiós.
Encomiendas parroquiales
En 1941, debido a la falta de sacerdotes en la diócesis
de Santander, el obispo ofreció la parroquia de San Vicente a la Congregación
que la aceptó gustosamente. No se dieron bases especiales para la atención parroquial.
Con la parroquia de Ntra. Sra. de los Ángeles de San Vicente de la Barquera
vinieron anejas las aldeas de Abaño, La Acebosa, Hortigal, Los Llaos, Santillán
y Boria. El primer nombramiento de párroco recayó en el P. Mariano Alcalde que
había llegado a San Vicente como superior de la comunidad.
En 1970 se nos encomienda la parroquia de Gandarilla, y
más adelante, en enero de 1975, los pueblos de Abanillas, Portillo y Serdio. En
diciembre del 1992 nos hacemos cargo de Prellezo, Pesués y Pechón; y finalmente,
en mayo de 1996, se nos pide la atención pastoral de las parroquias de Luey y
Mouñorrodero.
En 1994 se dio una misión popular que ha favorecido la
renovación de la vida parroquial en buen número de personas de la Villa de San
Vicente
Llegados a San Vicente en agosto de 1926 con el fin de
encargarnos del colegio, ya desde el principio la actividad de los claretianos
no se limitó a la actividad docente y educativa. En 1927 fue misionada la Villa
por nuestros misioneros y nunca faltaron otras actividades ministeriales:
predicaciones en los pueblos de la comarca, atención a la capellanía de las
religiosas Hijas de Cristo Rey (fundación gemela para las chicas, como se ha
dicho) y solemnización de las fiestas de la población. Pronto se creó un
orfeón, que ha ido experimentando los altibajos propios de un periodo tan largo
y de las personas que han estado al frente de él; actualmente sigue sus
actividades con notable calidad y aprecio de todos.
La comunidad de San Vicente sufrió con sangre los
avatares de la guerra civil: en noviembre del 36 desaparecía, camino de Bilbao
a San Vicente de la Barquera, víctima de la persecución religiosa de aquellos
años el P. José Zabala?Arana Goiriena, superior local a la sazón, y el 31 de
agosto de 1937 era martirizado el P. Constantino Lázaro Rojo, conocido en los
alrededores de La Barquera como "el santín".
A lo largo de los 75 años de historia de la casa otros hermanos claretianos han escuchado la llamada del Padre mientras vivían entregados a las tareas propias de la comunidad: el P. Ángel Fernández Bartolomé encontró la muerte en Fuentespina (Burgos) el 22 de mayo de 1968 y el H. Francisco Villarragut Cocho, en el mismo San Vicente, el 4 de julio de 1976.
En 1950 la comunidad de San Vicente de la Barquera pasó
a formar parte de la nueva provincia de Cantabria, volviendo a pertenecer a la
provincia de Castilla en 1968, en la reestructuración de provincias de este
año."
Fuente: "Tomado de la Revista Digital "Ciudad Redonda", agosto 2001."
No hay comentarios:
Publicar un comentario