1812 - FIESTAS AL PUBLICARSE LA CONSTITUCIÓN POR TOMÁS MAZA SOLANO
En el número extraordinario de “La Revista de Santander”, editado en 1930, hay un escrito sobre las fiestas provinciales, que firma Tomás Maza Solano, y entre ellas destaca una sobre San Vicente que dice así:
“FIESTAS AL PUBLICARSE LA CONSTITUCIÓN DE 1812
Entre las fiestas que tuvieron lugar en
esta provincia con motivo de celebrar la publicación y prestar el juramento de
la Constitución política de la Monarquía española del año 1812 sobresalen las
que se hicieron en la villa de San Vicente de la Barquera.
El 16 de octubre de 1812, congregados en el salón de la casa de la condesa de Villanueva de la Barca, que servía de Consistorio interino, por haber reducido a cenizas las tropas francesas en su primera entrada la Casa Consistorial, los alcaldes ordinarios y regidores, diputados del común, mayordomo del gremio de Mareantes y demás autoridades y personas de significación, se consignaron en acta capitular las funciones públicas y solemnidades con que los vecinos de San Vicente y demás lugares de su jurisdicción habían acogido la Constitución política.
De un pliego impreso, muy curioso y raro, en que se describen tales fiestas, tomamos lo esencial de ellas.
El repique de campanas, las salvas de muchas y diferentes armas de fuego que se habían reunido y de la artillería de una goleta inglesa surta en la ría, vistosamente empavesada, como las demás embarcaciones menores que había en el puerto, anunciaron el comienzo de la fiesta.
A las tres de la tarde dirigióse el Ayuntamiento al tablado levantado en la plaza, a cuyo frente estaba el retrato de Fernando VII Cuatro jóvenes uniformemente vestidos, y cada uno con una tarjeta puesta en un asta guarnecida y orlada vistosamente con cintas subieron al tablado y ocuparon los cuatro ángulos, desde donde leyó cada uno por su orden y con el mayor aire y despejo una décima que contenían las cuatro tarjetas.
Hubo después discursos y lectura de la Constitución con gran solemnidad.
Al toque de la oración dio principio la iluminación general con muchas hogueras en distintos parajes, de tal modo —dice la relación a que nos hemos referido— que desapareció la noche y se puede decir no la hubo entre el uno y el otro día, no sólo por la claridad de la iluminación, sino por el festivo bullicio y divertidos bailes con que se pasó.
Al siguiente día se prepararon todas las gentes para presentarse en el templo, donde se celebró la misa con la mayor pompa y solemnidad, y al ofertorio se leyó nuevamente la Constitución y se pronunció una exhortación, y al final de la misa se tomó juramento con las más expresivas y reverentes demostraciones, a todos los que se hallaban presentes.
Hubo después un espléndido convite, que con anticipación había hecho el Ayuntamiento.
Por la tarde hubo gozosas diversiones y repetidas salvas, esmerándose unos y otros en varias invenciones y disfraces burlescos y alusivos a las circunstancias.
Para la noche, D. Guillermo Dikinson tenia
preparado un magnífico ambigú, para el que convidó a todas las señoras y
personas de distinción del pueblo y forasteros, con un baile general. Allí
brilló la abundancia y diferencia de manjares y licores, los brindis, las
aclamaciones. El sarao y baile duró hasta el día siguiente, cada uno hizo gala
de sus habilidades, afirmando la relación que en ninguna de las diversiones y
en medio de tanto gentío se notó el menor exceso y que «seguramente seguirían
muchos días unos ánimos inflamados con espíritu tan gozoso, que parecía se
acababan de librar de la más cruel esclavitud, si no se viesen precisados por necesidad a acudir a la
recolección de sus frutos y vendimia que se había publicado para aquel día».
Tomás Maza Solano.”
Nota: (Sobre este tema existe documentación, al respecto, en el Ayuntamiento de San Vicente de la Barquera, "Libro de Actas" de 1812)